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La psicología humanista de Carl Rogers responde a un objetivo concreto y esencial: facilitar ayuda. Uno de sus principios más conocidos: la actualización y el esfuerzo continuo por realizarnos, por encontrar poco a poco aquello que nos define en una búsqueda por alcanzar nuestras metas.
La psicología humanista lo que hace en primer lugar es empatizar de una forma genuina. Es un encuentro entre un ser humano y otro unidos por un objetivo en común: explorar nuestro auténtico “yo” para que podamos tomar decisiones más satisfactorias.
Algunos puntos importantes de la psicología humanista son:
Todos tenemos a nuestro alcance la posibilidad de alcanzar nuestras metas, de hallar el bienestar y de desarrollar nuestro máximo potencial.
Para desarrollar una personalidad plenamente funcional debemos estar abiertos a la experiencia, aceptando no solo las emociones positivas, sino asumiendo a su vez las negativas sin huir de ellas.
Debemos dar significado a nuestra existencia. Somos responsables de nosotros mismos, por tanto es necesario hacer uso de una actitud más activa, receptiva y creativa para que hallar un sentido satisfactorio a nuestra realidad.
Otro elemento clave es la auto-confianza. Debemos aprender a confiar en el propio criterio y a atrevernos a tomar decisiones más valientes y menos vinculadas a lo que digan o piensen los demás.
Los instantes de crisis son instantes para atisbar, intuir y dar paso a nuevas oportunidades, esenciales para nuestro crecimiento personal.